Descarta aquellos incentivos para empleados que solo motivan momentáneamente o que puedan generar el efecto contrario que buscas.
¿Cómo motivar y recompensar a los empleados? ¿Qué tipo de incentivos laborales les entregas para aumentar su productividad y satisfacción en el trabajo?
No todas las estrategias de retención y motivación laboral se basan en un factor económico, también existen los incentivos no monetarios que pueden alentar y hacer sentir valiosos a tus equipos, estos pueden llegar a ser más beneficiosos.
Pero, sin duda, los premios y estímulos monetarios también son una pieza fundamental de todo plan de incentivos para empleados.
Los incentivos laborales son elementos o recompensas que las empresas proporcionan a sus empleados como parte de un plan de beneficios para los empleados en una empresa. Estos incentivos tienen como objetivo motivar a los trabajadores, recompensar su desempeño y fomentar la lealtad hacia la organización. Los incentivos para trabajadores son herramientas estratégicas para alcanzar metas específicas y mejorar la productividad y satisfacción en el entorno laboral.
Debes saber que estos incentivos laborales pueden dividirse en dos categorías: los incentivos monetarios y los incentivos no monetarios.
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Estos bonos incentivos están relacionados con compensaciones económicas directas que los empleados reciben. Algunos ejemplos de incentivos laborales ejemplos incluyen:
Estos incentivos laborales no económicos buscan recompensar a los empleados de formas que no involucran dinero directamente. Algunos ejemplos de incentivos a empleados no monetarios incluyen:
Diseñar un sistema efectivo de incentivos laborales es fundamental para motivar a tus colaboradores y mejorar el rendimiento. A continuación, aprenderás a crear un plan de incentivos considerando diversas estrategias, incluyendo incentivos laborales ejemplos y incentivos no monetarios.
1. Definir objetivos y metas
Antes de implementar cualquier plan de incentivos, es crucial establecer objetivos claros. Pregúntate: ¿Qué deseas lograr con tus incentivos en una empresa? ¿Cuáles son tus metas específicas de mejora de desempeño? Define indicadores de éxito que puedas medir.
Determina quiénes serán los beneficiarios de los incentivos para trabajadores. ¿Serán individuos, equipos o toda la organización? Segmentar a los colaboradores según su función y nivel puede ayudarte a personalizar los incentivos.
Considera una variedad de incentivos laborales ejemplos, tanto incentivos monetarios como incentivos no monetarios. Algunas opciones a contemplar incluyen:
La transparencia es clave. Comunica claramente el plan de incentivos a tus colaboradores. Explica cómo funcionará, cuáles son los criterios y cómo se medirá el desempeño. Asegúrate de que todos comprendan las recompensas potenciales.
Monitorea el progreso y evalúa regularmente el impacto de tus incentivos laborales. Ajusta el plan según sea necesario para mantener su efectividad y alinearlo con los objetivos cambiantes de la empresa.
No subestimes el poder de los incentivos no monetarios. Estos pueden incluir reconocimiento, desarrollo profesional o la posibilidad de liderar proyectos importantes. La diversidad de incentivos a tus colaboradores puede ser clave para mantener la motivación a largo plazo.
Mide el éxito del plan a través del retorno de inversión. Compara el costo de los incentivos con los beneficios obtenidos, como la mejora en la productividad y el compromiso de los colaboradores.
La elección de qué tipo de incentivos en una empresa utilizar dependerá de la cultura de tu empresa, sus objetivos estratégicos y las preferencias de los empleados. Es importante que alinees los incentivos laborales con los valores y metas de la organización, y que sean percibidos como justos y equitativos por parte de tus colaboradores para lograr el impacto deseado en la motivación y el desempeño laboral.
A menudo se cree que la entrega de dinero es la mejor forma de incentivar, ya sea a través de un aumento salarial o la entrega directa.
Probablemente una gran mayoría de los empleados del mundo lo elegiría como la primera forma de motivación, pues se trata de un activo que podrá ser gastado en lo deseado sin restricciones.
Sin embargo, el valor generado por el dinero en la relación empresa-empleado-metas, es mínimo.
Veamos por qué.
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Uno de los atributos potenciales más importantes de los programas de incentivos es que ayudan a las organizaciones a cumplir sus objetivos y a fortalecer sus relaciones internas.
Por ello, es fundamental que la empresa vea más allá de lo material del premio, pues éste debe hacer parte de una estrategia encaminada al retorno de la inversión.
Los incentivos laborales deben inspirar al empleado para que realmente incremente su rendimiento y se sienta comprometido con su trabajo.
Por eso, un buen incentivo es, básicamente, aquel que logra que el trabajador haga de los objetivos de la empresa, sus propias metas personales.
Con el dinero no es posible lograr esto, porque se trata de un premio que no genera la recordación que tú y tu marca esperan tener; será invertido en gastos del día a día que evitarán que sea visto como un trofeo.
Algo muy diferente sucederá si se trata de un viaje, ropa o de un producto que el empleado siempre ha querido tener. La memoria y la emotividad impactan significativamente en el sentido de pertenencia.
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Tres de cada cinco empleados creen que las bonificaciones en dinero son percibidas como una parte de su remuneración salarial, mientras que cuatro de cada cinco manifestaron que los viajes o productos de acuerdo a sus necesidades generan mucha mayor recordación.
Estudio realizado por la Federación de Incentivos.
La organización WorldAtWork, a su vez, encontró que los premios no monetarios entregan un retorno de inversión en promedio tres veces mayor que el resultante de aquellos programas basados en la entrega de dinero.
Algo más que vale la pena destacar: si acostumbras a tus colaboradores a entregarles dinero para que cumplan con una meta, ¿qué pasará en el momento en que tu compañía no tenga los recursos suficientes para hacerlo?
No parece una buena idea seguir perdiendo el tiempo con la entrega de dinero en efectivo, cuando existen varios argumentos sólidos que demuestran su falta de efectividad.
¿Por qué deberías reemplazar un cheque, consignación o entrega de dinero en efectivo por bonos o tarjetas de regalo para tus colaboradores?
Estos últimos te darán un beneficio particular: versatilidad y flexibilidad a la hora de crear tus esquemas de compensación y planes de incentivos.
No se trata únicamente de un premio material, sino de un beneficio que como empresa les entregas para ayudarles a cubrir sus necesidades básicas y sus deseos personales.
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Recuerda: el punto de partida es tener claro que los incentivos no son un gasto sino una inversión que te brindará grandes resultados si realizas tu programa basándote en las expectativas y momentos de vida de tu gente.