Motivar a tus empleados con diversas iniciativas siempre será una apuesta segura para obtener resultados positivos. Después de todo, como afirma Forbes, un colaborador motivado es un empleado que rendirá de forma eficiente. Un claro ejemplo de cómo motivar satisfactoriamente a tus empleados es mediante un plan de reconocimientos.
Si deseas implementar un programa de reconocimientos en tu empresa es necesario tener presente las necesidades y realidades de la compañía y sus colaboradores. Además, hay que reconocer que todos los equipos son distintos y tienen deseos diferentes, algo que debe estar reflejado en la estrategia planteada.
Con el objetivo de definir qué es y qué no es un plan de reconocimientos efectivo, mencionaremos algunos errores tradicionales que se cometen a la hora de ejecutarlo, los cuales debes evitar a toda costa si quieres tener un grupo de colaboradores motivados y un espacio de trabajo óptimo.
1. No solo los logros deben ser recompensados
Sí, los resultados son el santo grial de una empresa. Pero ten en cuenta que en el proceso se habrán planteado ideas o iniciativas que hicieron posible un logro en particular. La disposición, las ideas nuevas, el empeño y el compromiso también deben ser recompensados, de eso se trata (en parte) los reconocimientos: impulsar actitudes o comportamientos.
2. No reconozcas únicamente al final de un proceso
No es necesario esperar hasta el fin de un proyecto o tarea para evaluar el trabajo del empleado. Imagina su rostro si a mitad de camino lo sorprendes y le agradeces por su esfuerzo en pro de la consecución del logro. Sí, reconocer el cumplimiento y el empeño no solo debe hacerse al final de la etapa, gracias a ese acercamiento puedes motivar comportamientos positivos y aportes adicionales.
3. No esperes a fechas específicas para reconocer el trabajo de tus colaboradores
Cortes de fin de año o fechas especiales como el cumpleaños de tus colaboradores no son los únicos momentos en los que puedes reconocerlos. Sin importar la fecha en el calendario, si es lunes o viernes, cualquier espacio del día siempre será una buena oportunidad para apreciar el trabajo de tus empleados. Procura hacerlo cara a cara; y no es necesario hacerlo en privado. De hecho, una felicitación en público siempre será bien vista.
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4. No tener los objetivos del plan claros
Como mencionamos al inicio de esta publicación, improvisar un plan de reconocimientos es un total despropósito. Para establecer los objetivos, puedes hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Qué actitud quieres motivar en tus empleados?
- ¿Qué comportamiento deseas fortalecer para mejorar los procesos laborales?
- ¿Ansias promover los valores de la organización?
- ¿Quieres potencializar el compromiso de tu plantilla de trabajo?
5. No conocer a tus colaboradores
Si no conoces a tus empleados, no sabrás qué necesitan para sentirse más a gusto en su entorno laboral. Familiarizarse con tus trabajadores establecerá las bases para un plan de reconocimientos que generará mejoras en la organización. Además, tendrás la certeza de qué tipo de recompensas motivarán a cada empleado.
Este aspecto va muy de la mano con tener los objetivos del plan claros. Una vez tengas ambos componentes establecidos, el proceso de creación de los reconocimientos será más natural y eficaz.
Recuerda, entonces, que un plan de reconocimientos sólido, pensando a la medida, ejecutado con inteligencia y no a la ligera o de forma generalizada, es un medio robusto para motivar, fidelizar y retener a tus colaboradores, lo que a la larga se traduce como una mejora profunda de la calidad de vida laboral del entorno profesional. Es una ecuación básica: a mayor felicidad, mayor productividad.
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