Como empresa está bien que se tengan diferentes iniciativas para tener a un empleado motivado, sin embargo, el problema recae cuando se crean Programas de Incentivos basados en suposiciones y no en las necesidades organizacionales o realidades de vida de los colaboradores. ¿Qué hacer?Básicamente, lo que ocurre en la mayoría de empresas es ese deseo de tener al alcance un estándar o regla generalizada que les diga qué incentivos funcionan para los colaboradores y cuáles no. ¡Error! No existe un listado con normas que apliquen para todos los equipos humanos; pero lo que sí existen son guías, tips y algunas recomendaciones que pueden ayudar a que los programas tengan un final feliz lleno de logros, y no se conviertan en un proyecto fracasado.
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que se entregaron felicitaciones, se aplaudió o se le dio a algún miembro de la compañía un día libre por sus buenos resultados? ¡Bueno! Si no lo recuerdas, puedes estar desperdiciando una inmensa oportunidad. Y es que, según estudios, el hecho de no tener un buen plan hace que más del 60% de la fuerza de trabajo esté desmotivada.
Por eso, hoy te daremos algunas recomendaciones que te ayudarán a pensar en cuál podría ser la mejor forma de motivar a tus empleados, evitando ciertos errores al momento de implementar un Plan de Incentivos:
- 1. Premiar a fin de año y reconocer muy esporádicamente, no son las recompensas que los empleados esperan. Puedes hacer que cada día dentro de la oficina surjan espacios para decir: “estás haciendo un buen trabajo”, “gracias por tus aportes”, “te mereces un día libre por las horas extra trabajadas”.
- 2. Elogia en público y no en privado. El hecho que a un colaborador se le felicite en público, impacta su autoestima, el rol dentro de la empresa y la capacidad de sentirse valorado. Aunque no lo creas es un gran aliciente.
- 3. El resultado no es lo único que vale. ¿Cómo llegaron los empleados a cumplir los objetivos? A través de trabajo duro y un gran esfuerzo, este paso a paso también se debe recompensar. No esperes hasta el final para agradecer o apreciar el trabajo. Sorprende a tus empleados entregando un reconocimiento por el cumplimiento, por ejemplo, de la primera fase de un proyecto.
- 4. No reconozcas solo los logros. Las nuevas ideas e iniciativas de cambios, merecen que se les dé toda la importancia que ameritan. El hecho de que una persona esté en la disposición de desempeñarse un 100% para contribuir a la empresa en la que está, debe apreciarse por igual que el hecho de que alguien alcance un objetivo.
Haz de tu empresa un gran sitio para trabajar
El centro de un plan no está sólo en los objetos o esfuerzos que se realicen para hacer que el recurso humano se sienta conectado, está también en la capacidad de entrega que se tenga al momento de ofrecerle a las personas soluciones que sí impacten sus momentos de vida (horario flexible, viajes, electrodomésticos, tiempo libre, etc)
¡Olvídate de gastar grandes sumas de dinero en programas que están al alcance de pequeños comentarios o iniciativas!
Ten presente que un Plan de Incentivos bien estructurado puede convertirse en una de las herramientas más poderosas para solucionar los problemas de contratación, fidelización, retención y productividad de personal; retos a los que el departamento de recursos humanos debe enfrentarse constantemente.
Ahora que tienes las bases para saber qué debe incluir y qué no en tu plan, es momento que revises tu sistema de incentivos y te preguntes ¿Estoy compensando, incentivando y reconociendo íntegramente a cada empleado? ¿El plan está alineado con las metas empresariales? ¿Estoy ayudando a mejorar las funciones de mi equipo? Si no es así, es momento que tomes cartas en el asunto e implementes las mejores estrategias para mejorar tu programa.