En Google y Apple siguen una curiosa política: los empleados pueden usar su tiempo en la empresa para trabajar en proyectos personales. La medida fue originalmente implementada por Google, donde el 20% del tiempo de trabajo de un colaborador es destinado a un proyecto de su interés, fuera de las labores normales de su puesto. Luego Apple decidió implementar un programa similar llamado Blue Sky, que sigue la misma naturaleza de la idea: un grupo de empleados pueden usar varias semanas para trabajar en un proyecto personal. ¿Por qué dos de las empresas más innovadoras del mundo plantean este modelo?
Aunque para las organizaciones tradicionales destinar tiempo para proyectos ajenos a la operación diaria parezca una perdida de dinero, la realidad es que grandes compañías han encontrado en esa estrategia un terreno fértil para la innovación: como señala INC, servicios y productos como Gmail, Google Maps, Twitter, Slack y Groupon empezaron como proyectos alternos a la operación principal de importantes empresas.
Claramente, es complicado que una empresa pueda darse la libertad de copiar al pie de la letra una estrategia de Google o Apple; pero por fortuna hay formas de adaptar sus ideas a la cultura laboral. Como plantea Harvard Business Review, se trata de estimular las fortalezas de tus trabajadores ¿cómo lograrlo?
Crea espacios no competitivos
Algunas empresas recurren a eventos competitivos para motivar la innovación entre sus empleados, pero existen mejores opciones. La competencia amigable entre equipos de trabajo suena bien en papel: se buscan mejores resultados, se motiva el trabajo en equipo y puede sacar talentos a flote. Pero la realidad es que hay mejores forma de motivar a tus colaboradores para que sean creativos e innovadores.
El ambiente competitivo y bajo presión puede terminar creando un ambiente estresante y hostil, donde los resultados de algunos miembros de trabajo se pueden ver afectados. Las personas se comprometen más con una tarea cuando eligen algo de su interés y que sea desarrollado a su ritmo. Las competencias rara vez permiten esas dos variables.
Recuerda: es mejor la colaboración que la competencia; por ello apoya proyectos individuales y grupales que se manejen sin presión.
Confía en tu equipo
Como explica Mashable, aunque la famosa regla del 20% de Google afirma que el empleado tiene total libertad de gastar ese tiempo, estamos hablando de ingenieros y científicos que no se desviarán demasiado de sus campos. En eso está el truco: un empleado tiende a realizar tareas y proyectos personales con los que se siente familiarizado, por lo cual es seguro que estará trabajando y refinando las mismas habilidades que necesita en su puesto, pero desde una nueva perspectiva.
La clave del tiempo libre para proyectos personales es confiar en tus colaboradores, en sus intereses y como estos son clave para hacerlos mejores profesionales y miembros de tu equipo. Cuando les entregues libertad de elegir, no temas en desperdiciar tiempo, debes cambiar esa perspectiva para poder experimentar con nuevos métodos de motivación.
Prepara tu calendario
El tiempo libre para proyectos personales no puede chocar con los proyectos de la empresa, por ello debes comprometerte con un espacio de tiempo específico. Esto debe ser parte de la planeación mensual y semestral de la organización. ¿Cuánto tiempo debes dedicar? Como lo mencionamos anteriormente, es difícil que una empresa puede aplicar al pie de la letra la regla del 20%, pero no es imposible que ofrezcan tiempo para proyectos personales.
Trata de empezar por un día cada dos meses (si lo deseas, en forma de una media jornada al mes), donde los empleados puedan esbozar una idea de un proyecto personal. Con eso resultados puedes empezar a analizar si la iniciativa funciona y qué necesita para mejorar (¿más tiempos? ¿más libertades? ¿asesoría?).
Se justo con los tiempos y asegúrate que las jornadas sean lo suficientemente largas para no transformarse en un espacio bajo presión; por ejemplo, solo dar un par de horas al día al proyecto personal, donde el periodo de tiempo es limitado y el colaborador sentirá que está contra el reloj.
También puedes optar por nombrar ese tiempo de una forma especial; por ejemplo, en LinkedIn los llaman los InDays o Investment Days.
Motivar la innovación requiere esfuerzo y entregar tiempo libre para proyectos personales es justamente eso. Con las condiciones correctas, ese esfuerzo se verá recompensado con una fuerza de trabajo motivada e innovadora, lista para aplicar sus habilidades en las metas de tu empresa.
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