Te contamos qué es un programa de bienestar y un plan de incentivos para servidores públicos y cómo implementarlos en entidades del Estado y el Gobierno Nacional.
En estos tiempos es común que todas las empresas cuenten con un departamento encargado de atraer, motivar y mejorar la calidad de vida del talento humano para aumentar su compromiso.
¿Cómo? A través de planes de incentivos, reconocimientos y beneficios laborales a la medida, que hagan sentir a los colaboradores satisfechos y valorados.
¿Funciona igual para los servidores públicos del país? ¿También tienen derecho a recibir incentivos y beneficios laborales?
Sí, por principio de igualdad todos deberíamos gozar de programas de bienestar y estímulos en el trabajo. Pero, a diferencia del sector privado, en el sector público es una obligación.
En este artículo te contamos sobre las leyes y decretos que regulan los estímulos e incentivos para funcionarios y cómo crear un programa de bienestar en una entidad.
Fundamentos legales de los estímulos a empleados públicos
Los programas de bienestar social y los incentivos hacen parte del sistema de estímulos para los servidores públicos que tiene como objetivo maximizar la eficiencia, satisfacción, desarrollo y bienestar de estos.
Estos programas deben adecuarse a sus necesidades e intereses laborales, familiares, intelectuales y culturales, no solo para motivarlos a hacer bien su trabajo sino también para retener el talento humano del servicio público.
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“El Estado, como empleador, debe estar en la capacidad de competir con el sector privado, para así reclutar nuevo talento y asegurar la continuidad del que ya tiene a su disposición”.
Fuente: Guía de estímulos para los servidores públicos, Función Pública.
Aunque son numerosos los artículos y parágrafos que abordan este tema, hay dos leyes que son claves para entender el marco legal de los incentivos para funcionarios, y una resolución que nos da más detalles. ¡Veamos!
Decreto-Ley 1567 de 1998 (Sistema de estímulos para los empleados del Estado)
Esta es la que define el marco normativo para la creación de políticas, planes, entidades, disposiciones legales y programas de bienestar e incentivos.
Su propósito es elevar los niveles de eficiencia, satisfacción, desarrollo y bienestar de los empleados del Estado en el desempeño de su labor y de contribuir al cumplimiento efectivo de los resultados institucionales.
Decreto 1083 de 2015, Título 10 (Sistema de Estímulos)
El Decreto Único Reglamentario del Sector de Función Pública destinó un título completo para la definir cómo se debe implementar un sistema de estímulos.
El primer artículo del Título 10 señala que “las entidades deberán organizar programas de estímulos con el fin de motivar el desempeño eficaz y el compromiso de sus empleados” a través de programas de bienestar social.
Artículo 35 de la Resolución 312 de 2013
En este artículo se explica que los programas de incentivos, como componentes tangibles del Sistema de Estímulos, “deberán orientarse a crear condiciones favorables al desarrollo del trabajo para que el desempeño laboral cumpla con los objetivos previstos y reconocer o premiar los resultados de desempeño en niveles de excelencia”.
También detalla que los programas dirigidos a crear condiciones favorables al buen desempeño se desarrollarán a través de proyectos de calidad de vida laboral; mientras que los planes de incentivos buscarán reconocer el desempeño de niveles de excelencia.
Tipos de planes de incentivos y estímulos para servidores públicos
Según la Guía de estímulos para los servidores públicos hecha por Función Pública, el sistema de estímulos de las entidades públicas está compuesto por dos ejes principales:
Programas de bienestar social:
Estos deben estar encaminados a mejorar las condiciones de vida de todos los servidores públicos y sus familias.
Programas de incentivos laborales:
El objetivo de un plan de incentivos es generar condiciones favorables de trabajo y reconocimiento al buen desempeño. Está dirigido a los servidores de carrera administrativa y de libre nombramiento y remoción.
Según la normativa vigente, las entidades públicas deben destinar cada año los recursos necesarios para cumplir con sus programas de bienestar social e incentivos obligatorios.
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Entonces, basados en esta regulación, ¿cómo ofrecerles beneficios laborales e incentivos a los empleados públicos que tienes a cargo?
Cómo implementar un plan de bienestar e incentivos para funcionarios
Basados en la Guía que realizó Función Pública para el diseño y entrega de estímulos, destacamos algunas recomendaciones en este infográfico:
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¿Qué beneficios se pueden ofrecer en un plan de bienestar social?
Según el Decreto-Ley 1567 de 1998, las entidades públicas podrán ofrecer a los empleados y sus familias programas de protección y servicios sociales como:
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Recuerda que la eficacia del sistema de estímulos de una entidad depende, en gran medida, de comprender y satisfacer los diversos gustos e intereses de sus servidores. Es decir: ¡darles justo lo que necesitan y esperan!